ÓSCAR MATTHEWS
CURSO 2017/2018
ATRÉVETE A PENSAR
CONCURSO DE FILOSOFÍA (CUARTA CONVOCATORIA)
Primer premio.
Primer premio.
Óscar Matthews.
I.E.S. Andrés Laguna, 1º B de bachillerato.
Tercer premio.
¿Piensas
que la filosofía está reñida con el humor?
La filosofía es un medio mediante el cual los seres humanos
reflexionamos acerca del origen y sentido de las cosas. Estudia en parte
nuestra sociedad y comportamiento; y nuestro rol en el universo. Estos son
temas y preguntas sin respuestas claras, concisas y universales; por lo tanto,
depende del punto de vista de aquel que reflexiona. La filosofía cambia de una
persona a otra, de ahí que existan tantas ramas diversas, peculiares y
distintas entre sí. Por lo cual, el que haya una conexión entre la filosofía y el
humor depende de la persona y de su modo de pensar.
El sentido del humor es algo que, como la filosofía, varía de persona en
persona y rara vez dos personas tienen uno exactamente igual. Es interesante
que en este aspecto sea tan parecido a la filosofía. El sentido del humor de
una persona es su manera de reaccionar a situaciones de nuestro mundo con risa
y alegría. Algo nos puede hacer reír por su absurdez, por un contraste fuerte
con lo cotidiano, por un juego de palabras o al vernos reflejados en otras
personas, que sufren por sus vicios con mala suerte o de otras formas. Los
comediantes griegos ya consiguen hacer reír a sus públicos reflejando los
vicios de la sociedad y la absurdez de numerosos aspectos de nuestra vida.
Las sensibilidades de una persona frente al humor varían en torno a su
genética y biología en parte; pero también en cómo ha sido criada e interactúa
con la sociedad. Personas con vidas muy duras a menudo no tienen un sentido del
humor tan amplio como otros, ya que les cuesta ver lo gracioso en el mundo.
Habiendo aclarado estos temas, yo sí que pienso, personalmente, que
existe un vínculo entre la filosofía y el humor. La filosofía nos obliga a
plantearnos temas muy serios en torno a la especie humana, a los cuales existen
muy pocas respuestas. Todos tenemos opiniones distintas y nos es difícil
encontrar una respuesta verdadera. Tras descubrir, después de mucha reflexión y
estudio, lo poco que sabemos sobre nuestra función en la vida y el sentido de
esta misma; después de adentrarnos en las partes más oscuras e intrincadas de
la filosofía y ver como muchos filósofos se acercan peligrosamente a la locura sobre
temas tan trascendentales, nuestra perspectiva sobre todo cambia. De pronto,
preocuparse sobre si hoy compré el pan o si llegué cinco minutos tarde a clase
me parece tan trivial y ridículo, que encuentro el humor en la filosofía. La
filosofía nos obliga a plantearnos preguntas tan serias y grandes, que
contrastan con lo trivial y amena que es nuestra vida en muchas ocasiones.
Reflexionar acerca de estos temas es importante hoy en día. Los avances
de nuestro mundo y la llegada del fin del individualismo, con la imparable
globalización, nos obligan a plantearnos nuestro papel en el universo. Sin
embargo, también debemos de aceptar que a muchas de nuestras preguntas no
encontraremos la respuesta y que pensemos lo que pensemos el sol seguirá
saliendo todos los días. Seguiré olvidándome si he comprado el pan o no y
continuaré llegando tarde a clase. Estos problemas, por tan pequeños e
insignificantes que sean, seguirán siendo problemas que nos comen la cabeza a
ratos y me da a pensar que se puede encontrar bastante humor en la filosofía,
si eres la persona adecuada.
La comedia a ratos puede ser un tanto oscura. Uno se da cuenta de la
infinidad de sufrimiento y muerte que hay y ha habido en nuestro planeta.
Guerras, plagas, masacres, torturas, corazones rotos, violaciones, madres que
pierden a sus hijos, hambrunas, tiranos, encarcelamientos, etc. La cantidad de
sufrimiento es inmedible. Sin embargo, solo somos diminutos habitantes de un inmenso
planeta a más de 300 mil Km del sol, en un inmenso sistema solar, en una
inmensa galaxia, que forma parte de un conjunto de miles y miles de galaxias
llenas de estrellas a millones de años luz. Nuestras vidas y sufrimientos no
parecen nada en la inmensidad del cosmos. Esto podría deprimir o enloquecer a
un filósofo, pero yo creo que es el sentido del humor el encargado de tomar
estos datos de la manera más amena posible y mantener nuestra cordura. Es
imposible hacer frente a estos datos sin sonreír un poco a la absurdez de
nuestra existencia.
En conclusión, el que la filosofía y el sentido del humor vayan juntos
depende de la persona y su punto de vista sobre la filosofía y su sentido del
humor, ambas cosas subjetivas que varían de persona a persona.
Sin embargo, yo pienso que el humor es necesario y extremadamente útil
para hacer frente a la inmensidad y complejidad de temas y reflexiones que
propone la filosofía. Es imposible concretar el sentido de nuestra existencia
en este inmenso universo y de poner a escala nuestros “insignificantes”
problemas frente a las profundas meditaciones de vida y muerte.
El filósofo debe recurrir al humor para mantener su cordura, amenizar
estas verdades y continuar haciendo frente de la manera más positiva posible a
la vida, tanto en sus aspectos pequeños pero importantes, como en las grandes
reflexiones que propone la filosofía y que continúan siendo importantes de
discutir en nuestro mundo contemporáneo.
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