ÓSCAR ALLEGUE
CURSO 2017/2018
ATRÉVETE A PENSAR
CONCURSO DE FILOSOFÍA (CUARTA CONVOCATORIA)
Tercer premio.
Tercer premio.
Óscar Allegue.
I.E.S. Andrés Laguna, 1º B de bachillerato.
Tercer premio.
¿Cómo
ves, desde un punto de vista filosófico, la relación entre el amor físico y el
amor intelectual? La cuestión del erotismo.
Ambas clases de amor se
mantienen sobre una balanza; si alguien intelectualmente te atrae mucho, es muy
probable que no le des importancia alguna al carácter físico, y busques a esa
persona por dentro en lugar de por fuera. Pero, al contrario, si alguien físicamente
te atrae mucho, reduce de esta manera la importancia que le darás a su
personalidad e intelecto, en eso se basa la balanza del amor.
La cuestión es que cuando ves por primera
vez a una persona, hasta que ésta no articula palabra no puedes juzgarla por
dentro, y solo ves la mitad física de la balanza. El hecho de que sea una
balanza no implica que esta no pueda mantenerse firme cuando recibe mucho peso
en uno de los lados; sino que, para que se mantenga firme, deberá tener mucho
peso en el otro extremo también. De esta manera, la perfección amorosa
resultaría en la mezcla de ambos amores al 50%, con el máximo peso posible en
cada uno de estos extremos. A mi modo de ver, juzgar a alguien por su aspecto
es comparable a decir que un huevo está crudo o cocido sin haberlo abierto; por
tanto, cuando decides romper la cáscara puede resultar en que encuentres la
clara deshecha y a lo mejor hasta pasada. Ninguno de los dos puede convivir con
la nula existencia del otro; si colocas mucho peso en uno de los lados de la
balanza y nada en el otro, esta se romperá.
El ser humano sigue muchas veces dejándose
llevar por los instintos y por los estándares sociales que representan la
belleza; así pues, la primera sensación que produce una persona en ti, se
vuelve decisiva a la hora de valorar acercarte más en profundidad a ella.
Al final, lo más importante son los gustos
y valoraciones de aquellos que buscan el
amor, y la manera de entenderlo de cada uno; pues si alguien busca simplemente
una relación plenamente sexual, no valorará casi nada el intelecto y la
mentalidad de la otra persona; y quien busca una relación estable y más que
sexual, le dará una gran importancia al intelecto pues, con la edad, el amor
físico comienza a desaparecer y se adapta, para que el que de verdad importe
sea el intelectual, pues se seguirá buscando el sexo y la atracción sexual pero
se le dará mucha más importancia a aquello de lo que no careces, el intelecto.
La conclusión sería que el humano necesita
dos ambientes; uno en el que se recibe placer psicológico en base a realizar
actividades con alguien que te hace sentir a gusto. Y otro en el que se recibe
placer físico en base a tener sexo con alguien. Si bien ambos suelen ir juntos,
separados son difíciles de considerar amor real, pues serían una fuerte amistad
el primero, y el segundo mera reproducción animal.
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