DANIEL CARDIEL MANSO
CURSO 2017/2018
ATRÉVETE A PENSAR
CONCURSO DE FILOSOFÍA (TERCERA CONVOCATORIA)
Segundo premio.
Segundo premio.
Daniel Cardiel Manso.
I.E.S. Andrés Laguna, 1º D de bachillerato.
Segundo premio.
"No
es verdad que las personas dejan de perseguir sus sueños porque se hacen
viejos, se hacen viejos porque dejan de perseguir sus sueños"
Gabriel García Márquez
Estoy
de acuerdo con Gabriel García Márquez. Lo que mantiene joven y viva a una
persona no es el corazón ni los pulmones, sino los sueños que tiene, las
ilusiones que busca. Cuando una persona pierde sus sueños, los abandona;
simplemente muere moralmente, se vuelve conformista. ¿Y hay alguien más
conformista que un viejo?.
Una
persona que ha vivido todo lo que ha podido, ya sea alcanzando sus sueños o
simplemente ha cumplido con lo que le mandaban, su deber, ya que nunca le han
dado oportunidad de cumplirlos o simplemente no tenía. Yo observo a mi abuelo;
un hombre que tuvo pocos sueños y a saber si los alcanzó, cuya única alegría es
verme cuando voy a visitarle y que lo único que piensa es en morir. Me parece
un conformista. No le culpo por ello, pero mi abuelo se hizo viejo antes de que
yo naciera. Siempre se ha estado peleando con la salud, impidiéndole cumplir
sus sueños y teniendo en cuenta la etapa que le tocó vivir, es muy difícil
poder decir con la cabeza alta que mi abuelo y todas las personas de su época
tuvieron al alcance de la mano el tocar sus sueños. Ahora, su sueño es verme
crecer y morir sin dolores. Un sueño lo está consiguiendo y el otro espero que
lo haga de la mejor forma.
Pero,
al fin y al cabo, nadie quiere ser viejo. Acaso un estudiante de medicina,
sabiendo lo que puede pasar en la vejez (tanto física como mental), ¿quiere
llegar a eso?.
Toda
persona quiere vivir, quiere cumplir sus sueños. Además, estos sueños nunca
acaban. Si tienes la suerte de llegar a cumplir el primero y más importante, enseguida te surgirá otro. La vida es como una escalera
mecánica que va hacia abajo. Puedes luchar y cumplir tus sueños y cada uno que
cumples te da fuerza para seguir subiendo. Arriba está una pequeña parte de la
felicidad. Para alcanzarla entera hay que subir otras escaleras. Al final, la
vida es luchar en contracorriente en
muchos casos. Pero si en esta escalera mecánica decides seguir la corriente, no
luchar por tus sueños, simplemente bajarás hasta un infierno moral, de vejez
soñadora, donde ya no eres un soñador, solo un conformista. A este infierno
moral, puede que te arrastres tu solo, o puede que otros lo hagan poniéndote
grilletes en los tobillos que hagan que no puedas subir. Estos grilletes puede
que sean las dificultades de la vida que son más fuertes que tu fuerza de
voluntad o simplemente personas o circunstancias que no te permitan subir.
Estos dos tipos de grilletes se pueden romper, con dificultad, pero se puede.
Con
esta metáfora no estoy diciendo que el ser humano esté destinado a una vejez
moral; todo lo contrario, estamos destinados a ser felices y a cumplir nuestros
sueños, pero como todo en la vida, hay que hacerlo en contracorriente y
luchando, nada se regala.
Hoy
en día pienso que hay una escalera con barandillas que nos ayuda a subir, pero
en la época de mi abuelo no las había.
Lo
que quiero decir con todo esto, es simplemente que hay que luchar por los
sueños, tengas los grilletes que tengas o la pendiente de la escalera que haya.
Si no lo haces acabarás en un estado de vejez mental, y como la mente domina al
cuerpo, un viejo físicamente al final.
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